"Los conflictos vigentes en el mundo cada vez diversifican más los perfiles de las personas que se ven forzadas a abandonar sus lugares de origen, debiendo migrar hacia realidades que les resultan completamente ajenas. Por ejemplo, con el ascenso de los talibanes al poder en Afganistan, un gran número de personas se ha visto forzada a huir hacia países latinoamericanos dispuestos a recibirlos, temporal o permanentemente, como México, Colombia, Chile y Ecuador.
Existen diferentes modelos para la integración de migrantes internacionales entre los que se destacan el modelo francés y el modelo británico. El modelo francés asume que la llegada de la población migrante es un proceso social asimétrico entre la sociedad de acogida y las personas recién llegadas, por lo que se apoya su integración mediante la enseñanza del idioma y cultura. A cambio, se espera que les migrantes se adapten paulatinamente a sus formas de vida, conducta y valores.
Por otra parte, el modelo británico entiende que la población migrante mantiene vínculos con sus sociedades de origen, quieren conservar su cultura y red de relaciones sociales. Por tanto, privilegia el respeto de las identidades y culturas diversas fomentando que los colectivos religioso, étnicos y nacionales mantengan su identidad."